¿Alguna vez sentiste el búfalo?

Solía pensar que ganar era el objetivo. Hasta que una noche, solo en mi apartamento de Chicago, observé el último giro de un juego llamado ‘Noche del Búfalo’. La pantalla brillaba azul—como el crepúsculo sobre la Serengeti—y por tres segundos, nada ocurrió. De nuevo. Y otra vez. No apreté girar. Solo escuché. Esto es lo que no te dicen en los folletos: el RTP no importa si ganas hoy. Importa si estuviste ayer. Los símbolos salvajes no reemplazan tu soledad—la reflejan. Los scatter triggers? No son bonos. Son pausas. Empecé con 1 € por giro. Luego 5. Luego 10. Siempre puse un temporizador: 30 minutos máx. Los jackpots? Susurran nombres como ‘Fiesta Majestad del Búfalo’. Pero la verdadera magia vive en el silencio entre pérdidas—cuando te alejas de la máquina y sientes el viento entre la hierba alta. Dejé de perseguir tendencias. Porque RNG no miente—but tampoco sana. Así que ahora, cuando lo siento—the silencio tras una larga racha de pérdidas—salgo, cierro los ojos, y respiro. ¿Alguna vez lo sentiste así? No cuando ganaste. Sino cuando no lo hiciste.